La educación en la cuerda floja

pioneros-cubanos (1)

Por Franky Rojas Torres

Comienza un nuevo curso escolar en Cuba y un mar de niños, adolescentes y jóvenes se mezclan ahora entre los cubanos que día a día inundan las calles en la lucha diaria por la supervivencia. Por miles se cuentan los educandos que se enfrentan, muchos a lo desconocido, y otros, no pocos, a »elevar» su nivel de conocimientos.

Arranca la maquinaria del »enseñar» y del »aprender». Una tarea titánica tendrán en sus manos maestros y profesores al intentar reparar el daño provocado por otros en la percepción de lo que es y lo que no es. Partes todos de un sistema de enseñanza diseñado a imagen y semejanza de otros que no funcionan de ninguna manera y cuya fecha de vencimiento nos sorprendió hace mucho tiempo y aún se mantiene después de haber caducado y en su propia podredumbre.

Dentro de aproximadamente diez meses seremos testigos por enésima vez de anécdotas que se debaten entre lo irónico, lo gracioso y lo indignante al escuchar como en el examen final de historia del grupo tal, de la escuela tal, de tal lugar, se dieron no pocas respuestas a alguna de sus preguntas, donde sin ningún reparo en la sensatez y hasta en la lógica del tiempo, se haya situado a Antonio Maceo en la columna de Camilo librando la decisiva batalla de la toma de Yaguajay o incluso a nuestro héroe nacional formando parte de la expedición del Granma.

Y doy riendas sueltas a mi imaginación y solo me río pensando a Martí escribiendo los Versos Sencillos mientras aspira en contra de su voluntad el humo proveniente del tabaco que fuma el Che Guevara. O incluso al cacique Hatuey fundando el Partido Revolucionario Cubano junto a Haydée Santamaría y a Máximo Gómez.

Otros serán los cuentos en las calles de algunos que escriben Habana sin su h porque así lo vió de su »profe», en ocasiones de la misma edad que ellos y que sabe más cómo se baila el ‘’ guachineo ‘’, o cómo funciona la nueva aplicación IMO, que de ortografía y literatura.

En fin, que el ciclo se repite una y otra vez y esto año tras año sin que asome por ningún lado la solución a ese gran problema que corroe a lo más preciado de cualquier sociedad. Mientras a nivel de ministerio, la cúpula que traza el camino a seguir por la educación en nuestro país se ‘’funde’’ las neuronas buscando como rescatar y mejorar la »formación de valores».

Comienza un nuevo periodo académico y con el también despierta un tumulto de situaciones que estuvieron de reposo por alrededor de dos meses. Mientras los medios de »información’’ nacional cacarean cada día que »todas las condiciones» están creadas a lo largo y ancho del país para el nuevo curso escolar. Soy testigo por extensión de mi sobrina pequeña, de la gran mentira que se esconde detrás de una imagen que solo sirve para venderle al mundo un sistema de educación que raya en lo perfecto.

Con asombro he visto a mi hermana por estos días rompiéndose la cabeza y sin descanso caminando casi todo el pueblo con una gran lista en sus manos de las cosas que mi pequeña sobrina debe llevar a la escuela, que como otros cientos de niños cubanos, no tendrá presente a su padre en su primer día de escuela por haber este, salido del país en pos de un futuro mejor para ella.

No voy a mencionar todo para no cansar a nadie, pero solo citar algunos ejemplos de lo absurdo que he visto en esa lista: un bastón le han pedido.

¿Para que un niño del pre-escolar necesita llevar un bastón a la escuela? Como quisiera poder sentarme frente a uno de estos cerebros que diseñan la forma en que mi sobrina debe aprender a sus escasos 5 años.

Eso no es todo, después de haberle comprado con tiempo unas blusitas bien frescas para que practique de la forma más cómoda posible la educación física, le dicen que no puede ser así, sino que para eso, las blusas deben ser largas.

Mientras mi hermana contaba eso en casa, casi de manera automática vinieron a mí las imágenes de tantas maestras salidas de las fábricas de profesores concebidas por nuestro invicto, bien jóvenes por cierto, impartiendo sus clases con el ombligo que muestra algún que otro piercing y llamando la atención de cualquiera más que cultivando las mentes de los alumnos.

Y sentido tiene si nos preguntamos: ¿Cómo es que logran pasar de grado estos estudiantes con calificaciones incluso que desafían todo sentido de la cordura? Muy sencillo, el fraude en nuestras aulas es tan común como el catarro. La venta de exámenes es otro de los tumores que lejos de erradicarse, hacen metástasis en toda la población escolar y a todos los niveles de enseñanza.

Bueno, estas son cosas que pasan, cosas de mi país, que ha sido producto de un gobierno que pone más atención en el último tiroteo ocurrido en una universidad de EE.UU que en el estado de deterioro tan importante que hay en la universidad donde trabajo como enfermero. O se preocupa más por un grafitero que expresa y defiende lo que piensa que en su sistema educacional, todo un ‘»ejemplo‘» para otros pueblos que tienen »mucho que aprender» de nosotros.

Según fuentes oficiales, Cuba cuenta hoy en día con la más alta tasa de matrícula universitaria del mundo.

Eso quiere decir que en uno o varios años tendremos nuevamente a muchos ingenieros, arquitectos; y abogados no potenciando el desarrollo económico de la nación, sino desempeñándose en puestos de trabajos que en la mayoría de los casos no tienen en lo absoluto nada que ver con su perfil profesional.

Incluso muchos de esos diplomas irán a parar a algún rincón de sus casas mientras se congelan con ellos los conocimientos y habilidades adquiridas en clases, para convertirse en vendedores improvisados, fregadores de autos o quién sabe qué cosa, nada que ver con lo que han estudiado.

Pena de mi pequeña sobrina que dentro de poco tendrá que repetir que »por el comunismo, será como el Che». Pero aquí estará siempre su tío y su familia para no solo explicarle quién era en verdad el Chë y porque no debe nunca querer ser como él, sino también para ayudarla a ubicar a nuestros héroes en el lugar donde van y qué Habana se escribe con h, aunque esta no suene.

Quizás deba prepararme también para cuando ella me pregunte porque si encontraron el Titanic no dieron nunca con los restos del avión donde supuestamente viajaba el ‘’Señor de la Vanguardia’’.

Nuevos retos nos esperan a mi familia y a mí en este sentido, pero me atrevo a asegurar que valdrá la pena el esfuerzo.

Comentarios con Facebook

comments

2 comments on “La educación en la cuerda floja
  1. Franky, esa es otra cosa que debemos tener presente: la inversión en educación y formación es la inversión más rentable en el futuro.
    Espero que pronto llegue el día donde no tenga como ejemplo no al Che sino que quiera proyectarse en el ejemplo de Ana de Bethancourt y de Mirta Ojito y muchas más; tantas cubanas de ayer y hoy que han brillado en la lucha por las libertades, en la literatura, la pintura, etc.
    Y que también llegue pronto el día en que su papá no tenga que emigrar para buscar lo que no encuentra en su Cuba.

  2. Esto m encantó… Nada más q yo hubiera hablado tmbn sobre el promocionismo en las escuelas…si un profesor no tiene bna promoción ( % alto d alumnos aprobados) le bajan el salario ….razón extra por las q los profesores los pasan d grado sin q el estudiante domine los objetivos ….

Comments are closed.