El asalto al poder II: El partido y su Congreso.

 

F PCC II

 

Por: Pedro Acosta

El periódico Granma, órgano oficial del Partido,  plasma añejos criterios de Fidel, el más fresco tiene 40 años, sobre el papel y la función de su partido en el país. Su partido, porque a su “idea y criterios” lo fundó. Como  costumbre castristas, nadan en  el pasado. Obligados, ya que cuando se lanzan en nuevos mares, lo hacen por obligación y compromiso, y por ello navegan muy mal, se hunden, se pierden, no saben cómo actuar ni que cosa nueva decir.

Sinteticemos, como se merece, a Fidel: “El papel del partido…hacer marchar el desarrollo económico del país,…adelante la producción…para satisfacer las necesidades materiales y culturales del pueblo”. “Por el imperio…de la sencillez y la modestia, por la vinculación con las masas…”. “ ¡Nunca por encima de las masas,..”.

Conocemos cómo se han satisfecho nuestras necesidades materiales, espirituales y políticas. Su sencillez, dada en el modo de vida de ellos y los suyos. Su pretendida  vinculación con las masas. Y en especial como han cumplido el no estar, ¡nunca por encima de las masas! Conocemos que todo ello es falso.
Recordemos la triste historia de la llegada al poder del Partido Comunista de Cuba.

La toma del poder político la siguen consolidando con la creación de la ORI, Organizaciones Revolucionarias Integradas.  Fidel primer secretario y Raúl  de segundo.  El 26 de julio de 1961, Fidel anuncia están dando los pasos para la conversión de la ORI   en el (PURS) Partido Unido de la Revolución Socialista. Vuelco que se realiza poco después.

Oportunista, manipulador y mañoso declara el carácter socialista de  su gobierno, en abril de 1961, durante el entierro de las víctimas de los bombardeos a los aeropuertos de la Habana y Santiago de Cuba, y en espera de la invasión, que se hizo creer al pueblo seria, además, con la participación de tropas estadounidenses.

El colofón de la toma del poder político,  es la constitución, el 1-10-1965, del Comité Central del Partido Comunista de Cuba. Ya no es socialista, ahora es comunista, por obra y gracia del Comandante. Fidel ocupa el consabido número uno y Raúl el dos .El mismo es integrado, en más de un 70%, por oficiales del antiguo Ejército rebelde. Y de los ocho miembros del Buró Político seis eran Comandantes del mencionado ejército.

Proceso de toma del poder plagado de sustituciones, acusaciones, prisiones  y fusilamientos. Todo el que se interponía o discrepaba de los criterios y acciones emprendidas por Fidel era tildado de traidor. Ni desde dentro de la propia organización política se podía actuar.

Aníbal Escalante, miembro de la dirección Nacional de las ORI, junto con otros miembros de la organización y el gobierno, son encarcelados y sentenciados  al ser declarados sectarios y traidores a la Revolución.

Con anterioridad, el Comandante Hubert Matos fue sancionado al ser considerado traidor, por renunciar a su cargo en la Provincia de Camagüey, al  no estar de acuerdo con el poder que el  comunismo  estaba tomando dentro de la Revolución. Cuestión negada rotundamente, incluso en el juicio, por Fidel.

El Partido se considera el más genuino representante de los intereses del pueblo, pero un partido creado para  controlar y vigilar a sus conciudadanos. Un partido, que dice agrupar a los “mejores” y que por ende aparta, no puede representar a todos. Excluye no solo a los que no consideraba ejemplo, también lo hizo con los religiosos, y aún excluye a los homosexuales.

Un Partido que no dialoga ni permite la formación de otros Partidos, tergiversando y manipulando lo dicho por Martí en relación al Partido Revolucionario Cubano. Partido que permite se reprima y golpee a su pueblo, no representa los intereses de toda una nación.
Pueblo nacido de la diversidad y la pluralidad no aceptaría jamás a un partido de ese tipo si no es bajo la “razón de la fuerza que da el poder”.

Es tiempo de cambios serios y profundos en todas las estructuras del país. El pueblo los espera, desea y sabrá luchar por ellos.

Abrahán Lincoln sentenció, y es lo que ya está ocurriendo con los cubanos: “…pero no se puede engañar a todo el mundo todo el tiempo”.

Este es un pueblo noble, valiente, honesto y es tiempo de volver a demostrarlo. Hay que romper esquemas, tabúes y desterrar el temor que nos han inoculado en relación a los vecinos del norte.

Sabemos que Patria  no es Fidel, Raúl y Partido Comunista y que la dignidad e independencia del país no dependen de ellos.
Los que todo esto conocemos cada día: ¡Somos más!

 

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Pedro Acosta

Nací en Diciembre de 1951. Estudié Contabilidad hasta 3ero y Derecho hasta 2do. Fui combatiente internacionalista en Angola. Dirigí la Ref. aceite comestible más grande de Cuba. Fundé en 1995 un restaurante que dirigí por 17 años. Escribo actualmente para medios independientes. Y hoy estoy aquí aportando mi parte como ciudadano porque la suerte se construye y se abona nadie nos la regala.

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3 comments on “El asalto al poder II: El partido y su Congreso.
  1. Ricardo tiene usted razon,el plan les ha funcionado muy bien,se han mantenido en el poder a costa de hacer al pueblo dependientes del hambre con la libreta de racionamiento,dependientes de seguir las reglas impuestas para estudiar en las universidades,preparando a la gente para una guerra virtual.

  2. De acuerdo con el comentario, muy bueno,pero siempre me ocurre lo mismo,cuanto mas se puede decir,claro el espacio es corto,y no es para hacer novelas.
    Yo veo toda esta historia muy bien concatenada en sus hechos,y eso me hace pensar que fue algo bien elaborado desde el principio,las cosas no son casuales, son causales,y mucho mas cuando con dolor tengo que reconocer, que el plan les funciono muy bien y lograron sus objetivos–MANTENERSE EN EL PODER POR MUCHO TIEMPO;A COSTA DE LO QUE SEA; NO LES IMPORTARON LOS MEDIOS PARA LOGRAR SU FIN–..
    y ME PARECE QUE EL diablo ESTA CUIDADNDO DEL COMAANDANTE,YA QUE EN SU REINO LE PODRIA TRAER PROBLEMAS,NO LE VEO OTRA EXPLICACIONA QUE SE MANTENGA VIVO.

    • Hay que hablar del pasado, como a ellos les gusta,para que los jóvenes sepan como llegaron hasta aquí. Y hay que dar la cara y decir la verdad

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