¿A qué José Martí leen los jerarcas de Cuba?

 

Por Germán M. González

En Cuba urge restaurar, rehabilitar, reanimar, reconstruir, rescatar, términos usuales en los medios del partido&gobierno. La agroindustria azucarera, la cafetalera, la ganadería, la marina de pesca, la mercante, sobreviviendo de menos del 30% a cero. También cuestiones inmateriales: la cultura, la enseñanza de nuestra historia… en fin, todo.

Pero para los cubanos, de adentro y de afuera, resulta urgente rescatar a José Martí, nuestro Apóstol, pues su pensamiento resulta hoy, bajo el peligro de extinción de nuestra nacionalidad y el maltrecho estado del orgullo patrio, imprescindible como guía.

A Martí lo mezclan con cosas incompatibles, comenzando por su llamada que encabeza la actual constitución:  «Yo quiero que la ley primera de nuestra República sea el culto de los cubanos a la dignidad plena del hombre» desmentida al proclamar la supremacía de una pequeña parte de la sociedad sobre toda ésta y el Estado en el artículo 5, donde además se le involucra con personajes (… martiana y marxista leninista) que estaban en las antípodas del ideario que puede constatarse en toda su obra. Las siguientes sentencias resultan representativas en ésta:

Una Constitución es una ley viva y práctica que no puede construirse con elementos ideológicos. O.C. t 9, p 308.

Sobre las “comisiones de candidatura” en las “elecciones”:

La República se levanta en hombros del sufragio universal, (…). O.C. t 1, p 91.

Sobre la consideración del Marxismo-Leninismo como ideario exclusivo:

Conocer diversas filosofías es el medio mejor de libertarse de la tiranía de alguna de ellas, (…). O.C. t 15, p 361

Sobre el socialismo eterno:

El derecho del obrero no puede ser nunca el odio al capital: es la armonía, la conciliación, el acercamiento común de uno y de otro. O.C. t6, p 275.

Miles de fusilamientos luego de juicios sumarísimos sin garantías procesales:

(…) es injusta la pena capital, porque sacia en el cuerpo (…) la ira que despierta el crimen del espíritu O.C. t 21, p 25.

Los planes de becas masivos:

Es grande el peligro de educar a los niños afuera, porque sólo es de padres la continua ternura conque ha de irse regando la flor juvenil, y aquella constante mezcla de autoridad y cariño, que no son eficaces por la misma justicia y arrogancia de nuestra naturaleza, sino cuando vienen ambas de la misma persona. O.C. t 5, p 260.

Las misiones y la emigración, que desintegran la familia:

(…) tan necesaria es en la casa de familia el padre, siempre activo, como la madre, siempre temerosa. O.C. t4, p 275.

La intervención en los asuntos internos y conflictos entre naciones soberanas:

Nada hay tan imprudente como perturbar con propios rencores –ya que hay infortunados que los tengan- la paz en pueblo ajeno: (…) O.C. t 1, p 137.

La defenestración de miles de pequeñas y medianas empresas y fincas:

Es  rica una nación que cuenta con muchos pequeños propietarios. O.C. t7, p 134.

El mejor ciudadano es el que cultiva una extensión mayor de tierra. O.C. t 7, p 164

Sobre la espesa burocratización:

¡Mal va un pueblo de gente oficinista! O.C. t 15, p 391.

Sobre el Estado absolutista:

(…) de ser esclavo de los capitalistas, como se llama ahora, iría (el hombre) a ser esclavo de los funcionarios. O.C. t 15 p 391.

Del poder absoluto y vitalicio que garantiza el sistema político vigente:

Todo poder amplia y prolongadamente ejercido degenera en casta. Con la casta, vienen los intereses, las altas posiciones, los miedos de perderlas, las intrigas (…) O.C. t9, p 340.

De la militarización de la economía y la sociedad:

Lo que en el militar es virtud, en el gobernante es defecto. Un pueblo no es un campo de batalla. En la guerra mandar es echar abajo, en la paz, echar arriba. No se sabe de ningún edificio construido sobre bayonetas. O.C. t 13, p 129-143.

Sobre el caudillismo:

Una Revolución es necesaria todavía: ¡la que no haga Presidente a su caudillo, la revolución contra todas la revoluciones: el levantamiento de todos los hombres pacíficos, (…), para que ellos ni nadie vuelvan a verlo jamás! O.C. t 6, p 360.

Rescatemos a Martí, el verdadero está secuestrado. Y lo necesitamos.

Comentarios con Facebook

comments

, ,