Carta abierta a ETECSA por las continuas violaciones a la privacidad

 

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Hoy publicamos de forma excepcional, la Carta Abierta que redactó para todos nosotros Lizet González Rodríguez, una madre cienfueguera que narra sus batallas con el monopolio ETECSA y que además nos comparte detalles importantes de su vida y su pensamiento. Sirva la misma para reflexionar sobre el sombrío tema de los servicios que esta empresa brinda así como las violaciones constantes y sonantes a la privacidad de sus clientes.

Hemos respetado fielmente el texto de la autora. Es un poco extenso, pero vale la pena.

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Gracias a las bondades de la Revolución y no a las mías propias, después de 7 años de convivencia con un estudiante latinoamericano del proyecto ALBA en el campo de la Medicina, con un neto carácter humanitario y sin miras lucrativas, en cuanto a él se trató, me fue concedido el servicio telefónico como mérito supuestamente por mi labor realizada, ya en su último año de la carrera, alcanzado en parte considerable por mi esfuerzo y sacrificio, y no tanto (o ninguno) por la Revolución Cubana. Debido a su estancia en la casa conocimos a otros estudiantes extranjeros que nos visitaban por pura amistad encontrando un apoyo familiar en nuestro hogar.

Como es sabido por todos, nuestra única empresa de telecomunicaciones, ETECSA, famosa por su poca relación o divorcio total entre calidad de servicio-costo, ofrece servicio de Internet a estudiantes extranjeros en Cuba y por supuesto sin facilitarles un servicio telefónico, se acercan a las casas aledañas a la facultad de Ciencias Médicas (como la mía) que tengan este servicio para pedir la autorización de la familia y poder anclar su cuenta de Internet en el número de Teléfono, para así  mantener comunicación con sus familiares en el mundo exterior, utilizando las opciones diversas  que proporciona la navegación por internet. Esto ellos lo pueden hacer sin que medie un documento o la presencia del titular donde se le explique los alcances de este servicio, y claro, además, el titular no puede utilizar ese servicio que le está facilitando, y sin que exista un intercambio de favores. Otro aspecto es que le venden una X cantidad de horas por un precio, e incluso si pasaban ese tiempo debían de efectuar pago adicional, todo esto por un precio como todos conocemos totalmente por las nubes (dicho uso es cuestionado después por excesos o no). Al cabo del tiempo, casi al término de la carrera de este estudiante al que dejamos que utilizara nuestro anclaje telefónico, nos vemos citados en ETECSA; allí se plantea que yo como titular del servicio telefónico estaba incurriendo en un delito de fraude a dicha empresa, yo como titular y no el estudiante extranjero que fue el que contrató el servicio a ETECSA, sin que se necesitara de ninguna autorización ni firma oficial nuestra como titular.

Mi historia comienza una mañana en la que estábamos en los últimos días del año 2014 al escuchar unos gritos a todo dar en plena calle, dirigidos a mi esposo. Me acerqué a la puerta y vi a 3 personas de las cuales solo se identificaría una, como supervisor de ETECSA: Yoiner Besada Chaviano, foto que adjunto a mi carta (que lo identifica en su perfil de Facebook) porque considero, es la persona más sádica e irónica que pueda existir en esta entidad, siendo de temer verdaderamente; este seguido por dos personas, una de ellas por supuesto, el solapado agente del MININT, que días antes estuvo interrogando a los vecinos. Para no apartarme del tema, les cuento cómo pasaron los hechos. Al querer explicarme a través de la reja y prácticamente en la calle los invité a mi vivienda, me explicó muy graciosamente el supervisor Besada que se encontraba allí por anomalías en mi servicio telefónico y que debían revisar mi conexión del servicio en mi vivienda, por supuesto, esto, sin una orden de registro. Yo acepté pues no tenía nada que ocultar, como así demostré. No encontraron al parecer lo que buscaban. Después los invité a pasar a mi patio para que vieran la entrada de la conexión telefónica, sin tampoco encontrar ninguna ¨anomalía¨ como suelen llamarle. Nos dirigimos a la sala donde le pregunté a qué se refería con anomalías, contestando este con evasivas de que él no sabía, que eso venía de una oficina en la Habana llamada antifraude. Yo ingenuamente seguía preguntándole y él continuaba sin responder, entonces fue cuando le hice la pregunta del millón: ¿se deberá a una conexión de internet que tiene un estudiante de medicina anclada a mi teléfono?, contestándome él con otra pregunta como es usual en el accionar de estos individuos. Ah, ¡porque tienes una conexión de internet! Fue cuando le dije que el debería saberlo, porque ella no entra ni por mar ni por aire, pues no es satelital, sino por un obsoleto cable telefónico. Me extendió una citación para que firmara, en la cual mi esposo, que es el usuario titular, debía presentarse en sus oficinas la semana próxima para esclarecer el uso del servicio telefónico y otro anexo donde se decía que nuestro servicio telefónico quedaba bajo investigación. Esta última no la firmé por no estar de acuerdo con ella, además de no ser yo el usuario contratado.

Mi esposo asistió a la entrevista donde prácticamente salimos acusados por una comisión y en espera de un dictamen por fraude telefónico, dos días después quedamos sin servicio de esta empresa y bajo investigación. Esto se nos notificó ese mismo día, suspensión que debía ser informada con 30 días de antelación, llevando así después dos meses con el servicio retirado, cuando solo debe estar 9 días bajo investigación. Ahora bien, mis preguntas son:

¿Cómo le venden un servicio de internet a un estudiante sin proporcionarle una línea personal para su anclaje, obligándole a dar dos números telefónicos de terceras personas, por los cuales se le permitiría el uso del servicio?

¿Cómo durante un año tú cobras en la cuenta telefónica, mes tras mes, el acceso a ENET y efectúas el cobro de una cuota al estudiante del servicio de internet, si según tu entidad era fraudulenta?

¿Cómo investigar y procesar a un usuario nacional si él nunca realizó un contrato para dicho servicio y como consecuencia su anclaje, ni siendo notificado para verificar que lo cedió e informarle a la parte Nacional sus deberes y no derechos, o sea que era impensable tocar o mirar?

¿Y cómo finalmente este usuario nacional puede ser procesado por un fraude que no cometió por no ser la persona autorizada a utilizar dicho servicio, sin ser notificado, y sí, investigado, pisoteado, enjuiciado, avasallado  y no el usuario extranjero que es el contratante exclusivo?

En febrero de 2015 salió el dictamen de dicha investigación después de 2 meses y unas semanas quedando procesado una vez más el usuario nacional por supuesto, por haber cometido ¨fraude telefónico¨ y el pago de una indemnización excesiva, claro, basada en sus pérdidas, que como todos conocemos su tarifa es totalmente inflada, excesivamente cara, fuera del alcance de un pueblo que trabaja y es recompensado con la no remuneración de la totalidad de su salario. Esta supuesta indemnización, además en cuc, que no es la moneda de pago del servicio por la parte nacional y ni siquiera la moneda con la cual se le paga a una persona natural en este país y todo por «supuestas pérdidas económicas» ocasionadas a la empresa ETECSA. Todo esto basado en pruebas subjetivas y amenazadoras, quedando expuesto que se realizó espionaje en el servicio telefónico básico como en el móvil (el mío), por parte de ellos, violando así los términos de confidencialidad del cliente y sin derecho a reclamo, pues siempre se encargaron de explicar que no darían ningún dato si se nombraba un abogado por nuestra parte y todo el tiempo  amenazando con destapar nuestra propia caja de pandora: el servicio móvil por el cual pagamos los cubanos una verdadera fortuna y que se convierte en nuestro peor enemigo en estos casos, porque todos nuestros mensajes y llamadas son intervenidos por ellos de forma descarada y después utilizados en nuestra contra.

Ahora bien, me pregunto:

¿Dónde dejamos los derechos ciudadanos, humanos de este pueblo avasallado?

¿Hasta dónde puede llegar la impunidad del hombre? ¿Cómo nos pueden reducir a la mínima expresión?

En este caso abusivo y arbitrario, polémico además, me encontré como “cabecilla de una red”, nombre dado por ellos sin más explicación. (Sin ser yo la titular de mi teléfono, sino mi esposo). Solo la fría imagen de una videoconferencia, según ellos desde La Habana, que puede ser de la oficina de al lado, explicando mediante una vía estúpida y obsoleta  de un equipo que no es más que el de la lengua activada de alguno de sus secuaces a sueldo y hasta de ellos mismos que acceden a estos supuestos servicios al igual que Altos Dirigentes de la Provincia para poder comunicarse con sus familiares en el extranjero, unos por no poseer suficiente cobertura económica y otros para no ser monitoreados en sus conversaciones por la maquinaria de espionaje legalizada a la que ellos adulan y defienden fielmente. Delatando ellos mismos cuando se ven perdidos, la ocurrencia de un supuesto  fraude al realizar llamadas a terceras personas al mundo exterior. Hasta cuando seremos prisioneros de un sistema que no permite la comunicación al mundo real, para que las personas sigan bajo la sombra de un modelo caducado y no conozcan la realidad, que como todos sabemos es censurada y manipulada por el sistema impuesto en nuestro país, a pesar de gritar a los cuatro vientos que ellos no nos privan de estos servicios, que es el imperialismo brutal quien lo hace y limita nuestro desarrollo, el mismo con el que a estas alturas abogan por restablecer relaciones. Aún existe en la Cuba contemporánea la omisión de todos nuestros derechos. Hasta dónde y hasta cuando seremos pisoteados, despojándonos de lo que cualquier individuo normal tendría derecho en el resto del mundo, haciéndonos prisioneros en nuestra propia tierra.

Debido a todo lo antes expuesto, tuve que «ceder» mi servicio telefónico a una vecina para poder efectuar el pago de la increíble “indemnización».

Un año después, febrero de 2016, comienza la segunda parte de la pesadilla. La vecina a la cual «cedí» mi servicio telefónico es citada a ETECSA por un supuesto fraude telefónico, el cual creíamos como una equivocación de algún dato que reapareció por algún documento del pasado que saldría a relucir ya que ella no tiene ningún  acceso a Internet. O sea, que desde diciembre de 2014 ese teléfono no accedió nunca más a Internet. Con ella se repitió la misma fría historia en aquellas oficinas, rodeada de «una comisión» de 8 individuos, descritos  como el paredón de fusilamiento, por sus afirmaciones señaladoras, su intimidación, donde le decían que su servicio telefónico había estado en constante monitoreo durante un año (quedando expuesta una vez más la clara violación de los derechos ciudadanos)  Entre otras preguntas hechas a ella salió que por qué yo, fulanita de tal, le había «cedido» mi servicio telefónico, a lo que ella explicó que yo lo había hecho por los problemas explicados anteriormente y mis deseos de no continuar teniendo este servicio ni ninguno con dicha entidad. Posteriormente le siguieron cuestionando por qué usaba los servicios de ETECSA como: llamada tripartita, llamada en espera, llamada en ocupado, etc, (señores,¿ y acaso no son eso?¿ servicios?) a lo que esta alegó que no los había retirado porque no lo creyó necesario, además le cuestionan el uso de tarjeta propia para efectuar llamadas nacionales por lo que ella dio su propia explicación. Alegando ellos  que mediante esa vía había continuado el fraude, cosa estúpida e improbable (como es ya tristemente común) hasta por ellos mismos.

Cuando ella pregunta por qué está siendo investigada y acusada por dicha «comisión», todo esto sin una prueba de acceso a internet y sin conocer de este tema, es cuando comienzan a preguntarle sobre mí, si Lizet González hija de… visita su casa y hago uso del teléfono, si ella me tiene dada una extensión ilegal, a lo que ella responde que no, que cuál es mi relación con ella etc.  Entonces es cuando le dicen, claro está para crear un conflicto entre vecinos, que ella está siendo engañada y utilizada por mi persona, que yo por vía (telepática o mágica me figuro) sin tener teléfono en mi vivienda interfería su número telefónico, haciéndolo receptor, para yo seguir con mi «fraude telefónico». Como es lógico esto es inexplicable para una persona medianamente razonable, alegando ellos siempre hasta en respuesta a preguntas hechas entre ellos mismos incrédulos de que esto funcionara así de esta estúpida manera ,que «sí se podía». Y nada, sin darles muchas explicaciones, después de una tarde de infartos y un visible deterioro  emocional de mi pobre vecina, le aconsejaron que regresara a su casa, cambiara el número de teléfono, cancelara todos los servicios que tenía con ETECSA, y que después sería requerida por dicha entidad para darle a conocer el «veredicto final» que sería una el pago de una alta indemnización «por nada» o el retiro total del servicio telefónico. En esa espera se encuentra en estos momentos y por supuesto con una visible fricción entre familia, aplicando una vez más su tristemente célebre architeoría DIVIDE Y VENCERÁS.

Me pregunto yo. Ahora, ¿soy agente de la CIA o trabajo en la NASA para tener tal alcance? Tendré en mis manos una valiosos avances  tecnológicos y no lo sabré? O, que me explique un especialista cómo se puede hacer esto si ni siquiera poseo acceso a satélite.

Esto tiene indiscutiblemente otra no tan oculta connotación: la política.

Mi núcleo familiar es variado de acuerdo a política . Provengo de un padre militar, con grados de General de Brigada, ya inactivo. Por otra parte mi esposo, es de los pocos familiares directos que viven en Cuba de Luis Clemente Posada Carriles; aquí radica la piedra angular, ninguno de los dos podemos tener comunicación al exterior sin ser monitoreada y controlada por «ellos». Quieren estar al tanto  de lo que pensamos y hasta de lo que digerimos, con mayor fuerza después de que mi esposo en el 2013 se presentara  a la sección de la Oficina de Intereses de  EUA en Cuba, por una invitación de una prima radicada en USA  que nada tenía que ver con su tío antes mencionado, quedando así MARCADO, dicha visa que no le fue concedida por supuesto, pues ya no estaríamos aquí para contar ni ser parte de la pesadilla que nos ha tocado vivir.

A partir de ahí comenzó una cacería atroz, para ahogarnos, con multas infinitas(relacionadas con otras entidades), todas de manera arbitraria y carentes de explicación, llevándonos a la asfixia económica de nuestro núcleo familiar, de las cuales poseo las pruebas pertinentes.

El objetivo que persigo con esta carta es que se conozca mi historia, una más de miles, como víctima de este sistema en el que desde hace mucho NO CREO; por el que luchó mi padre al cual admiro y respeto, que prometió y no cumplió como todos conocemos ;que alardea de derechos humanos inexistentes que son constantemente violados; que reprime; que abusa; que bloquea; que persigue; que tilda de contrarrevolucionarios a los que queremos cambio, a los que intentamos revolucionar los problemas; ¿o el concepto ya cambió?

Esta carta me puede costar bien cara, pero es necesario que el mundo conozca nuestra realidad y a todas las privaciones y espionaje a los que es sometido el pueblo cubano. Por eso YO exijo derechos y libertad, nada más de lo que nos corresponde. Considero que ya es tiempo de no esperar por ella, sino de perseguir la verdad. El cambio está en nuestras manos por eso cada día SOMOS MÁS las voces que se levantan para denunciar los abusos a los que somos sometidos como pueblo los Cubanos.

Atentamente,

Lizet González Rodríguez

 

Natural de Avenida 30 entre 47 y 49, edificio 2, apto 9. Cienfuegos. Cuba. Contacto  dirección electrónica lizetete71@gmail.com

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Personaje al que hago alusión en mi carta

Yoiner Besada Chaviano, Inspector de ETECSA.

 

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comments

2 comments on “Carta abierta a ETECSA por las continuas violaciones a la privacidad
  1. Parece que el esbirro chaviano dejo algunos descendientes pero este es mas abusador que el batistiano .y etecsa todos sabemos en lo único que es eficiente (en el espionaje y el robo) que se preparen los parners americano y se protejan de sus amigos y de paso lo utilicen porque también se venden solo por 4 quilos, y pedirles a todas las agencias internacionales publiquen la historia para que sea otra prueba de brutal represión que tenemos que vivir los cubanos en la isla en este caso por ser parientes de posada carriles ¿que culpa tiene la yegua de que el cochero se emborrache ?

  2. Pobres cubanos, cuanto abuso. LA forma mas facil de saber si esto es un robo regional es llamando a Etecsa nacional y verificar si las multas estan registradas en el registro.

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