Por: José M. Presol.
Estamos comenzando un nuevo año. Será el primero, desde hace 90, con una característica especial: ahora no está Fidel Castro.
Y eso tiene importancia, aunque relativa, pues Cuba, hoy, es producto de la forma de pensar que ha liderado y que nos ha dejado reducidos a la situación en que estamos.
Ahora más que nunca, hay que tener presente que no debemos buscar la solución a nuestros problemas en el extranjero o en la muerte de una persona, por influyente que haya sido. La solución a nuestros problemas la encontraremos nosotros mismos, los cubanos, y pasa por la sustitución del actual sistema político por otro.
Los cubanos somos una especie de pueblo judío de finales del s. XX y principios del s. XXI, pues estamos en todas partes, menos en la Tierra que Dios nos ofreció. Pero, a diferencia de ellos, parece que no tenemos un objetivo colectivo, solo un gran número de objetivos individuales.
Y no se me diga que el objetivo era su muerte, el objetivo colectivo es ese cambio del sistema político actual por otro democrático, el objetivo colectivo, que sí tenemos y que nos ha tocado, es volver, algún día y reconstruir lo destruido, pero no reconstruirlo como era, como esa idea, a veces equivocada, de maravillas que creemos recordar, sino reconstruirla mejor, para que no vuelva a pasar lo mismo.
Y cuando digo volver no me refiero al regreso físico de los millones que están fuera, me refiero a que todos, los de dentro y los de fuera, debemos volver a ser lo que fuimos, por poco tiempo, pero lo fuimos: ciudadanos con plenitud de derechos y obligaciones.
Sin embargo, para eso necesitamos una cosa: derrotar al castrismo, y para ello tenemos que eliminar sus victorias una a una, y una de sus máximos “triunfos” ha sido conseguir dividirnos, conseguir enfrentarnos, conseguir que el odio esté en nuestro corazón. Luchemos por derrotar eso, y peleemos por encontrar lo bueno en cada uno de nosotros y en los otros de nosotros.
Eso no quiere decir que eliminaremos algunas de las supuestas conquistas, como pueden ser la sanidad y la educación; eso quiere decir que sustituiremos las existentes por otras mejores y que auténticamente marchen, tomando como ejemplo los modelos que mejor funcionan: los europeos.
Eso no quiere decir que se instaurará un sistema de explotación de los trabajadores, eso es lo que hay ahora; eso quiere decir que se establecerán, paulatinamente, salarios y retribuciones adecuados y orientados a premiar la iniciativa, creatividad y productividad y no a premiar la fidelidad a un régimen político.
Eso no quiere decir que se sustituirá la represión actual por otra; eso quiere decir que disfrutaremos del mayor de los derechos del hombre y la mujer: el derecho a poder trabajar y luchar por la felicidad y prosperidad del individuo y de su familia.
Somos un pueblo que desciende de mambises, que supieron defender la Patria hasta el final, que supieron mantener una sucesión dolorosa de guerras durante 30 años; pero que también supieron, en 1902, perdonar y quitar del Himno Nacional hasta la última frase que pudiese ser ofensiva para los “gallegos” que vivían entre nosotros, de forma que siguiese siendo música de guerra, pero no de odio; pues era la hora de construir, no la hora de continuar con rencores que solo dividían y que únicamente beneficiaban a antiguos y nuevos enemigos, era una hora en que había mucho que hacer y Cuba no podía prescindir ni de uno de sus hijos, nacidos en ella o lejos de ella.
Sigamos siempre su ejemplo y no guardemos rencor en nuestro corazón; es difícil, muy difícil, pero recordemos que la palabra de orden es juntarse, no separarse.
Acordémonos de Martí: “Los hombres se dividen en dos bandos: los que aman y fundan y los que odian y deshacen”. Seamos dignos del Apóstol, seamos de los primeros, nunca de los segundos.
Para contactar con el autor escribe a: jmpresol94@gmail.com
Si deseas enviar tus comentarios sobre el post desde Cuba, escribe a: comunicaciones@somosmascuba.com. Tus opiniones serán incluidas en el blog.
Para seguir este blog por correo desde Cuba, por favor envía un correo acoordinador@somosmascuba.com. Desde el resto del mundo, ve a www.somosmascuba.com, columna de la derecha, suscribirse a este blog.
Lee también:

Jose Manuel Presol

Últimos posts de Jose Manuel Presol (ver todos)
- “Después” de Raúl ¿Qué? - 2017-09-19
- El Otro “26″. Las desventuras de Ñico López - 2017-07-26
- La prisionera número 78651 de Auschwitz ha muerto - 2017-07-01
- Quo vadis Mr. Trump? - 2017-06-21
- ¿Anexión? ¡Nunca! - 2017-06-14
Continuación…Por un sistema que asi lo hizo todo,con bases en el absurdo,la razón ha estado prohibida durante muchos años,hay que elaborar un plan de accion unico,y unirnos todos a el,sin entrar en detalles del futuro,eso se hara despues,con la democracia en nuestras manos.
Muy buen articulo,esta claro el objetivo,y lo comparto,pero ahora hay otra etapa,la de describir el problema en detalles.///Analisis///y luego el ///Como/// esos últimos pazos son los que no veo por ninguna parte,como unir un pueblo que en donde quiera que este, esta por su lucha diaria,no somos los dueños de los medios,y tenemos mentes enfermas