Por: Rigoberto Rodríguez Alonso
“Grande es la palabra cuando cabalga sobre la razón, penetra entonces más que la más larga espada», así dijo José Martí, pero en este siglo XXI, después de haber transcurrido algo más de la mitad, desde el triunfo de la “revolución”; (una revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes) todavía se puede ver el desequilibrio económico y la falta de buen liderazgo.
¿De qué razón pueden hablar los “dirigentes” de la Cuba castrista?, si la razón de un gobierno debería ser por sobre todas las cosas, el bienestar y desarrollo del pueblo, prioridad que se pone en duda cuando uno ve la realidad que se vive, la que vivimos los cubanos de a pie.
Hace dos meses y unos días nació mi pequeña bebé. Yo esperaba que por ser el hospital de mi municipio Jagüey Grande el que atiende a todos los pueblos aledaños y a los pobladores de la Ciénaga de Zapata, tendría los recursos suficientes para tratar cualquier situación. A mi esposa se le presentó el parto sobre las 12:30 de la noche, recogí el maletín con las cosas que habíamos preparado para la ocasión y resulta que al llegar al hospital no podían hacerle el parto porque no había pediatra. Tuvieron que remitirla a esa hora para Colón, después de la espera que caracteriza estas remisiones, con tremendos dolores salimos por carreteras que se «adornaban» con tremendísima cantidad de baches y cráteres, claro está, fruto de la dejadez y el descuido que ya es característico.
En fin, ya luego de nacida la niña, al buscar un seguimiento por parte del pediatra de mi consultorio, resulta que en todo el municipio había un solo pediatra que estaba rotando, porque todos los demás estaban de misión internacionalista. Y mientras… en casa de herrero cuchillo de palo.
¡Cuba es una potencia médica! La pregunta es: ¿Para quién? Los señores del engaño esgrimen como espada la misma razón de hace 57 años cuando hablan de este tema como de muchos otros; la razón de la mentira, del pretexto y la frase elaborada, razón que penetra hondo, destrozando la vida de millones de cubanos que viven como si murieran.
Pero en Cuba la asistencia médica es “gratuita”, la “educación” y “……”, pero lo que no gasta usted en asistencia médica, en educación, o en “……”se lo descuentan del salario a los trabajadores, o se lo están adicionalmente cobrando cuando a su hijo le es necesario un par de zapatos y el costo es de 18 CUC en adelante, el equivalente a 450 pesos cubanos, cuando dicha cantidad es el salario común de la mayoría de los trabajadores. El mes que compro el par de zapatos no proveo de alimentos a mi familia, no pago la corriente, no pago el agua, o sea no puedo hacer nada más.
Además, no se puede pasar por alto a los cuentapropistas a quienes el impuesto del gobierno incrementa cada vez que lo considera oportuno. ¿Oportuno para quién? ¿Para el pueblo? ¡No! Oportuno para la plutocracia, que succiona el bienestar del pueblo para beneficio propio; un país como éste, que sostiene relaciones comerciales con muchos países, no necesita de impuestos abusivos, sin embargo, los beneficios no se ven, por sólo citar un dato ofrecido por el diario “Granma”. Durante el año 2016 la industria turística cubana reportó más de mil millones de dólares.
¿Dónde ha ido a parar el socialismo próspero y sostenible que yo, mi familia y la comunidad que me rodea no logramos ver todavía?
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El socialismo próspero y sostenible es una falacia inventada para oprimir a los pueblos. Un instrumento del engaño para engatuzar a los crédulos y alimentar el afán de venganza de los envidiosos. Eso que estás viviendo es el resultado del socialismo. La alternativa hacia la cual pretenden dirigirse es el estado corporativo al estilo del modelo chino, donde en el capitalismo dictatorial todos trabajan para el beneficio del estado.
en cuba, en casa del herrero, ni cuchillos de madera hay. asi estan las cosas, gracias al aventurero mayor, creador de la desgracia en que vivimos.