Visita de Juan Pablo ll en Enero de 1998

 

Pope John Paul II spreads incense around the Virgin of Charity of Cobre, the patron saint of Cuba, during a Mass celebrated in Santiago, Cuba, Saturday, Jan. 24, 1998. (AP Photo/Andy Clark)

Alfonso Susano

Las palabras de Fidel Castro en la visita del Papa Juan Pablo ll en  Enero de 1998 fueron:

«¿Qué le podemos ofrecer en Cuba?: Un pueblo con menos desigualdades, menos ciudadanos sin amparo alguno, menos niños sin escuelas, menos enfermos sin hospitales, más maestros y  más médicos por habitantes que cualquier otro país del mundo que su Santidad haya visitado.»

Han pasado ya 18 años desde que el Santo Padre en su discurso al llegar al aeropuerto de la Habana citó estas palabras: «Vengo como peregrino del amor, de la verdad y de la esperanza, que Cuba se abra al mundo, que el mundo se abra a Cuba»

A pesar que a los pies del Capiro en Santa Clara se congregaron  más de 200,000 personas para celebrar una misa dedicada al tema fundamental de la familia y donde se hizo notorio la participación de la juventud que coreaban los cantos que acompañaban la celebración de la santa misa y donde el santo padre le pidió a Cuba: «Cuba cuida unida a tus familias para que conserven sano tu corazón».

Algo que ha sido notorio tras el triunfo de la Revolución Cubana en 1959 es el gran número de cubanos que han emigrado a todas partes del mundo. Primero los cambios que sufrió el gobierno y que afectaron a la clase media y a la clase burguesa. Cambios que hasta el día de hoy ha producido una crisis económica gigantesca que afecta ya, a todo el pueblo cubano y que lo ha hecho emigrar para buscar la fuente de recursos, que le permita su sustento personal y el de sus familias o en busca de sus propias perspectivas que Cuba no le ofrece.

Rompiendo de este modo la integración familiar que en Cuba es un componente sustancial de nuestra identidad cultural.

El dolor de la separación hace mellas y afianza la voluntad del reencuentro por cualquiera de las vías posibles. Esto muestra que en tantos años y a pesar que un máximo representante de la iglesia vaya a Cuba a pedir por las familias. Al gobierno cubano es al que menos le importa. Cuba podrá abrirse al mundo y el mundo a Cuba pero la base de la sociedad está en las familias y es a las familias a quien Cuba debe de abrirse para poder restaurar su corazón que con el tiempo diría que ha enfermado.

La familia siempre ha sido y es, el principal pilar de la sociedad. Debe de ser refugio, orgullo y alegría de todos sus miembros. Todas las legislaciones del mundo deberían tener leyes, que protejan el concepto familiar, para facilitar su unión y continuidad. Porque es el lugar donde sus miembros nacen, aprenden, se educan y desarrollan. En muchos países del mundo todos los miembros tienen asegurada su permanencia en el hogar de la misma, hasta el último día de su vida. Nadie manda a los ancianos ni a los discapacitados al asilo. Esto permite transmitir las enseñanzas, costumbres y su cultura por varias generaciones.

El Santo Padre llegó como peregrino del amor, pero se sigue viviendo el odio que el gobierno fecunda a quienes no están de acuerdo con sus ideas. Peregrino de la verdad, donde luchar por ella le ha costado la cárcel a muchos, inclusive la muerte para tantos otros. Rompiendo también, de este modo cruel, la unión familiar.

Peregrino de la esperanza, hoy la esperanza es la única que vive. Que no debe de perderse, en todos aquellos que luchan incansables.  Por tener un país, donde las personas puedan viajar libres. Donde puedan asociarse para proyectos, que beneficien a sus comunidades.

Que en lugar de ser reprimidos por el gobierno, trabajen en conjunto para lograr restaurar, la Cuba que esta era antes de la Revolución. La Cuba que los hijos de los jóvenes, que se reunieron con el Santo Padre en Enero de 1998, en los lugares que su santidad visitó en Cuba,  jamás conocieron. Pero que viven con la esperanza de tener una Cuba diferente a la que la Revolución le ha dado.

El santo padre dejó claro algo: » La iglesia no busca ninguna forma de poder político para desarrollar su misión, solo ser germen fecundo del bien»

Creo que en estas palabras, deja claro que la iglesia no le dirá a ningún gobierno, como debe de actuar con su pueblo. Sin embargo a los obispos de la Habana les dijo: «La libertad religiosa no es un privilegio que dependa de estrategias políticas: es el reconocimiento de un derecho inalienable».

Si la libertad religiosa es el reconocimiento de un derecho inalienable. ¿Dónde está nuestro derecho de escoger al representante de nuestro gobierno y todos esos derechos que tiene un ser humano y que está respaldado por las «Carta Fundacional de la ONU»,  escrita desde 1948, como una Declaración Universal de los Derechos Humanos?

También podemos citar un mensaje que dijo en la plaza de José Martí de la Habana y dice así: «Les traigo el evangelio de Cristo: no es una ideología política ni un sistema económico. Es una camino de paz, justicia y libertad».

Tal vez quería decir que vivíamos una ideología y un sistema económico que llevaría a Cuba a la miseria sin paz alguna  y que el único camino que teníamos era la reconciliación entre los cubanos, para buscar la justicia y la libertad. Pero cada quien interpreta a su manera lo que escucha o lo que lee.

Así que hoy quien lea esto y sea cubano, que piense en las palabras de Fidel y que se pregunte así mismo: ¿Qué le podemos ofrecer en Cuba?

Cierro este artículo recordando las palabras del Santo Padre en la homilía de Camagüey:

«Valientes en la verdad, audaces en la libertad, constantes en la responsabilidad, generosos en el amor, invencibles en la esperanza»

 

The following two tabs change content below.

Alfonso Susano

Nací en la Cuidad de México, después de los 13 años me fui a vivir al estado de jalisco. Tengo cédula profesional como administrador de empresas y un título como programador y analista de sistemas de una escuela privada, que nunca he ejercido pues muy jóven emigre a U.S. Nunca sentí que perteneciera a un solo lugar pues me gustaba viajar y andar por todos lados. He conocido personas de diferentes partes del mundo, solo las etiquetas nos hacen diferentes ya que todos somos seres humanos. Lucho por conseguir la libertad y la democracia de mis hermanos cubanos, por ello decidí pertenecer al movimiento Somos+, porque creen que las armas del futuro deben de ser las palabras, los argumentos, el respeto a pensar diferente y el amor hacia los demás. Creo que si sus bases las mantienen firmes hasta el final construirán una Cuba nueva y serán un ejemplo para el mundo.

Comentarios con Facebook

comments