Miguel Díaz-Canel, ¿el zar de la frustración?

 

Por Javier Cabrera

Conocido ya como el hombre más gris de Cuba, era percibido por algunos como una entrada de aire fresco en medio de la senilidad del Partido. Durante años no dio señales de nada, seguramente para evitar caer en desgracia mientras atravesaba el camino espinoso de la “confiabilidad”, con la lección aprendida de sus antecesores: los Roques, los Lages y otros tantos.

Ya es sabido que, en Cuba, no se accede a una carrera por buenas calificaciones o por investigaciones brillantes. Los “méritos propios” se construyen a base de “guataconería”  y actividades de “lamberismo” variadas. En mi pre-universitario era más fácil acceder a estudios superiores con escuelas al campo, deportes y marchas; que con notas. Es el retrato exacto de como se hace una carrera en el PCC y una lección perfectamente dominada por este personaje.

Pero en tiempos de internet, estos dogmas revolucionarios concebidos para sociedades estancas, sencillamente ya no encajan. Hay que dar algo más para ganar el visto bueno de los “jefes”. Y es precisamente en Internet, donde nuestro DaD (designado a dedo) parece haber encontrado un discurso de confiabilidad y “guataconería” que lejos de conectar con la sociedad, lo aleja a años luz de ella, convirtiéndolo en un candidato ideal para seguir la línea diseñada.

He aquí algunas de las claves de lo que nuestro Vice piensa de internet.

La conectividad es un “proceso complejo” que atraviesa a la economía y la ideología. – O dicho más claro: no se trata de conectarte, sino de a qué te conectas.

Hay que “contrarrestar la avalancha de contenido pseudocultural y banal”, sustituyéndolo por “contenidos de la Revolución en las redes sociales”. – O sea, que la revolución quiere controlar internet, y desplazar los contenidos del mundo entero por propaganda revolucionaria: léase, los lineamientos eternos, la reformulación económica (capitulo 58) y otras lindezas de la casa. El resto es pseudocultural y banal.

«La isla fue el país que más creció en las redes sociales durante 2016, con 346% de aumento», algo que desmiente los ataques internacionales que afirman que la sociedad cubana está “totalmente desconectada”. – Los números y las estadísticas, esa arma revolucionaria. Todos sabemos que, si tienen 10 personas conectadas y conectas 34,6 nuevas, ya tienes 346% de aumento. Se omite por supuesto decir qué es un conectado en Cuba, porque aquí cuentan hasta los correos nautas que no es conexión a internet, o la madre que manda un correo Gmail para que la SE no se lo lea y paga dos dólares, o tiene una noche 2 minutos de IMO. Nuestra sociedad no está totalmente desconectada, está adversa e intencionalmente desconectada.

Pero, ¿de qué se trata realmente este discurso? Díaz-Canel apoya y promueve la intranet barata creada ad-hoc por el Partido, con un coste de 0.10 cuc, tal y como nos cuenta un blog muy popular que sigo habitualmente, lasingularidad. Con discusiones moderadas al extremo como en Cubadebate, blogs controlados y secuestrados como los de Cubava y otros contenidos de calidad cuestionable, el objetivo va más allá del filtro ideológico: se trata de crear frustración.

La frustración es un negocio grande en Cuba, y uno de los que más dinero ha dado y sigue dando. Díaz-Canel se abandera hoy como el promotor de la frustración digital, borrando la esperanza de un internet real y alargando eternamente su adopción.

El negocio de la frustración digital se traduce en un mercado de internet de muy alta demanda y con un coste de 1.50 cuc al que casi todos tienen que acudir. El discurso de conexión barata y accesibilidad a la red revolucionaria, es el mejor marketing para Etecsa. Ya sabes de antemano que no vas a encontrar nada útil con la conexión nacional, así que directamente pagas tu desviación ideológica con un sobrecoste. Encima, si quieres participar de discusiones abiertas, estudiar, opinar, subir vídeos, o andar continuamente por Facebook, tu factura será más alta que cualquier salario nacional.

Particularmente, desconfío muchísimo de políticos que se meten con internet, da igual su ideología. Pero en este caso desconfío más porque se nos intenta convencer de avances y conectividad sostenible, mientras se genera un mercado de lujo alrededor de la información y las redes sociales. Frustración, estadísticas y dinero. Díaz-Canel soporta y promueve la fórmula para que emprender, investigar y pensar salga aún más caro.

Los millones recaudados por Etecsa seguirán subiendo, a medida que avanza nuestra frustración digital. La nueva clase política cubana se estanca en la vieja escuela. Mientras la frustración siga siendo la estrategia de supervivencia y la forma de generar ingresos internos, la “actualización del modelo” seguirá siendo el pretexto vacío para no reconocer los errores de la casta dirigente.

 

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Javier Cabrera

Nací el 17 de Diciembre de 1975 en La Habana, Cuba. Ingeniero Informático, MBA. Experto en Estrategia Tecnológica y Gestión de Proyectos. No creo en un internet con barreras, ni a dos velocidades. No creo en la censura. No creo en las verdades a medias. Todos tenemos que ver la foto completa y tomar nuestras propias decisiones. No creo en la CUBA que nos han pintado, tan lejana y distante de la CUBA REAL.

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One comment on “Miguel Díaz-Canel, ¿el zar de la frustración?
  1. Ya aparecera inter Cuba revolucionaria hasta cuando señor al final abra que hacer la guerra necesaria esta gente no va a entregar el país que están desangrando es penoso y lamentablemente pero terminaremos en guerra como Venezuela

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