Venezuela: el poder de unos pocos

 

Pareciera que la institucionalidad en Venezuela “no aguanta más”. El discurso oficialista anda a kilómetros de la realidad del pueblo, y mientras el gobierno actual “condena la violencia”, llueven videos en las redes que muestran a una Guardia Nacional parcializada, al servicio de quien ya sabemos y con más de una decena de informes abiertos en el Ministerio Público (MP), por presunta violación de derechos humanos, que van desde el segundo en el poder, Diosdado Cabello, hasta el general de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), Antonio Benavides. Eso. Gente que debería imponer la paz, pero prefiere “agüita y gasesito”, como dijera el mandatario Nicolás Maduro en rueda de prensa.

Luisa Ortega,  fiscal general de la República y representante de una naciente ala crítica dentro del chavismo, está “enferma”; “ella no está bien”, alega el diputado del PSUV(partido del Gobierno) Pedro Carreño. Disentir, en Venezuela -una de las democracias más consolidadas de Latinoamérica en los años 80, según Freedom House- es hoy una condición de salud. A raíz de la consideración del político oficialista se comenzó el pasado martes a valorar la posibilidad de realizarle un antejuicio de mérito a la titular del MP. Hecho también viciado si analizamos que lo está desarrollando el Supremo venezolano, órgano que dio visto bueno a una Constituyente inconstitucional, sin referendo, sin consulta, sin toda la masa electoral venezolana.

En la audiencia del pasado 4 de julio (Ortega Díaz no participó por creerla un “circo”) declararon figuras como el ya mencionado diputado Carreño; Tarek William Saab, defensor del Pueblo; el contralor general de Venezuela Manuel Enrique Galindo Ballesteros, así como el defensor público de la imputada, Javier Hernández. A este último lo escuchamos poco, pues el único canal permitido para grabar en la sala del Supremo era el 8(medio oficial) y cuando comenzó la defensa a dar argumentos dejó de transmitir este proceso y pasó a las imágenes del ensayo del desfile por el 5 de julio.

El caso de Ortega Díaz, la avalancha de acusaciones sobre ella, máxima representante del poder público, evidencia signos palpables de centralización del poder en Venezuela. Maduro pone en práctica los preceptos del comunismo cubano: Si no estás con nosotros, eres el enemigo. Así, hasta quedarse con los adeptos. Nadie más cabe. ¿Inclusión?¿Pluralismo? No.

Adaptando términos de la sicología social, en el país sudamericano existe hoy una estructura centralizada de poder, donde todas las decisiones las toma una persona o grupo pequeño de personas en el vértice de la jerarquía organizacional, y me permito agregar que a su paso van subordinando las estructuras ciudadanas y públicas a un solo grupo: la cúpula al mando. El Estado ya no dista del gobierno, síntoma esencial y grave.

Es dicha centralización la antítesis del Estado de derecho. Llámese este término a la conjunción jerarquizada de estado y derecho, donde el primero se encuentra limitado por el segundo, o sea, que se impone el derecho sobre la forma de organización política. Fundamental: dicha fórmula  nació para combatir el absolutismo y desarrollar la separación de poderes(Poder Legislativo, el Poder Judicial y el Poder Ejecutivo).

El historiador, político y exembajador de Costa Rica en Venezuela, Vladimir de la Cruz definió la extinción del Estado de Derecho en aquel país como la era del Cabello-madurismo, y sentenció que “En Venezuela se ha violado la Constitución política por el poder ejecutivo”.

Hoy el ejecutivo venezolano(presidente) se arroja facultades legislativas y judiciales, como es el caso del desarrollo el próximo 30 de julio de la ya mencionada presunta Asamblea Nacional Constituyente, sin referendo, ni consulta popular.

Ricardo Lizano, profesor de periodismo y exdiplomático costarricense, también argumenta sobre el mismo tema: “En Venezuela no hay socialismo, lo que hay es el poder por el poder”.

La fractura del orden constitucional en la patria de Bolívar existe. Sin embargo, el panorama para la disidencia y los descontentos se anuncia oscuro. Abrazar la Constitución vigente y no caer en el juego del contrario. Permanecer en las calles. Resistir. No hay acción más inmediata, pacífica y legal que la desobediencia civil contemplada en los artículos 333 y 350. Ojalá llegue el diálogo. Pero diálogo bilateral, inclusivo, que desemboque en lo que decida el pueblo ahora, que es básicamente, no esperar hasta el 2019.

 

Fuentes consultadas:

http://elestimulo.com/blog/maduro-condecora-a-benavides-torres-luego-que-la-fiscalia-lo-cito-por-violacion-a-ddhh/

http://www.diariolasamericas.com/america-latina/tribunal-supremo-venezuela-valida-la-convocatoria-constituyente-referendo-n4123221

https://www.voanoticias.com/a/venezuela-avanza-audiencia-contra-fiscal-de-venezuela-luisa-ortega-diaz/3928071.html

http://www.psicologia-online.com/pir/centralizacion-del-poder-y-toma-de-decisiones.html

 

 

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Karla Perez Gonzalez

Como Frida tras sus autorretratos, ella simplemente ES. Padece de “cienfueguitis aguda” desde el nacimiento y no abandona su mar ni por El Mejunje. Dice que se ganó la plaza de Periodismo “por equivocación”, porque después se la quitaron. Sufre con Cuba y nunca quisiera sufrirla de lejos. Sueña con escribir sin represión. Y con la libertad.

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2 comments on “Venezuela: el poder de unos pocos
  1. Karly, recuerdas que te lo dije en una ocasión: «tú ya eres periodista».

    Buen análisis.

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