«Me duele Cuba»

Por Carlos Raúl Macías López

Para un padre de familia como yo, debería resultar gratificante llegar al mes de julio, sabiendo que mis tres hijos están bien de salud y que terminaron satisfactoriamente el curso escolar.Qué decir de estar casado con Arlenys Miranda, mujer excepcional y virtuosa, y de servir a Dios como pastores en una congregación tan especial y amada como la de Jovellanos. No me puedo quejar, dirían algunos.

Sin embargo, tengo esa rara sensación profunda e intensa de que algo me falta.
Cada vez más me siento como un perfecto descontextualizado, cuando observo a otros tan felices y realizados, celebrando sus éxitos, riendo y aplaudiendo, mientras todo afuera se derrumba.

Yo, yo tengo un dolor visceral, a ratos desesperante, por momentos asfixiante. Ese dolor tiene un nombre: Cuba.

Las alternativas de la gran mayoría de los que conozco y respeto, a mí no me funcionan, aún y cuando lo he intentado. Callar, emigrar, aparentar, no va con mi forma de ser.

Me duele en su injusto encierro Cardet el médico, Ariel el científico que prefiriría morir libre, a vivir esclavo, las mujeres que cada domingo por fuera marchan en silencio, pero por dentro gritan como leonas por justicia, entre tanto portan gladiolos como símbolos, cuando la bota cruel y las manos inmundas las golpean sin piedad ni hombría, los jóvenes que prefieren el Darién y la selva, antes que perecer en el ocio.

Me duele un liderazgo empesinado en un continuismo absurdo, cuando las pensiones de los ancianos no alcanzan ni para tres días de subsistencia, el soborno a los «soldados de batas blancas» para que te atiendan bien, la falta de alternativas para que nuestros hijos pasen unas vacaciones dignas y a la altura de los salarios, la intolerancia, la hipocresía, la pesa falsa, la indolencia, que salpiquen con heces fecales y chapapote la casa de un disidente pacífico, la falta de unidad entre los líderes opositores, el mal ejemplo, las convicciones y los principios a cambio de un puñado de dólares, las amenazas, las manipulaciones, los condicionamientos, la institucionalización de la violencia, la institucionalización de la violencia, la ilegalidad de ciertas leyes, el reinado de los indiferentes, de los cómplices y de los aprovechados, la deshumanización de los humanos y la despersonalización de las personas.

Amigos, cuando los ojos son abiertos a la verdad, nunca más se cerrarán ante la mentira.

Hoy soy un hombre más comprometido con Dios, y por ende, con mi prójimo.

Las violaciones a los derechos y libertades de mis compatriotas, no quedarán confinadas al reducido y anónimo espacio de mis desencantos y frustraciones.
Necesitan ser exteriorizadas en una voz que en realidad son cada vez más voces. Alto el precio, más alto el compromiso y aún más la fe en la victoria.

Ambiguo y contradictorio? Talvez. Gratitud e infelicidad conviven dentro de mí paradójicamente. No me da pena confesarlo.

Pero persuadido estoy de que Cuba, mientras duele, grita, vibra y se emancipa.

En definitivas cuentas, el amor, es sufrido….

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One comment on “«Me duele Cuba»
  1. Buenos días mi nombre es Ramon Infante Mas vivo en Miami y soy de Pto Padre, me siento identificado con el movimiento Somos Mas, pues desde mi punto de vista también quiero que mi tierra sea libre de dictadores comunistas. Muchas gracias por todo lo que están haciendo ya era hora dé unirnos a pedir un cambio buena suerte y aquí tienen otro cubano mas

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