La juventud cubana y los cantos de sirenas del mar muerto

 

F de los jóvenes cubanos

Por: Gretther Yedra

 

 

Murió el poeta lejos del hogar
Le cubre el polvo de un país vecino
Al alejarse, le vieron llorar

Caminante, no hay camino, se hace camino al andar

Golpe a golpe, verso a verso
Cuando el jilguero no puede cantar
Cuando el poeta es un peregrino
Cuando de nada nos sirve rezar
Caminante no hay camino, se hace camino al andar

                                              Antonio Machado

  ¿Cuál es la Cuba a la que se enfrentan hoy los jóvenes? A una Cuba desolada en la que el carácter ético del proceso de 1959 se ha hecho inexistente. El ciudadano ha ido perdiendo consciencia de sí mismo: se resiste aunque a veces no lo exprese, y la juventud se sustrae y convierte el deseo de escapar en una obsesión desmesurada. Grandes sectores de la gente de a pie ya sabe de memoria que esta “Revolución” ya no tiene sentido moral. El cubano ha ido perdiendo su esencia. Sobrevive en la simulación y en ese extraño fenómeno del doble lenguaje. Las estructuras son irracionales. La extranjerización de la economía se monta precariamente sobre una fórmula absurda y desbalanceada que excluye el protagonismo y la iniciativa nacional.

La emigración de Cuba, que era elevada a principios del siglo XXI, mostró un aumento en años recientes. Así de 2,6 emigrantes por mil habitantes en 2003 aumentó a 4,2 por mil habitantes en 2012, lo que coincidió con el inicio de las reformas raulistas. (Según la Oficina Nacional de Estadística de Cuba no hubo emigración en los años 2013 y 2014, lo que difiere de la información estadística y periodística disponible en EEUU y España sobre los flujos de inmigrantes procedentes de Cuba).

Una vez que un(a) joven cubano(a) su gradúa de estudios superiores se enfrenta a una situación de bajos salarios reales, ya sea en el sector privado o público —resultado del atraso y bajo crecimiento del PIB, menor al 2 % en el sexenio 2009-2014—, restricciones para practicar libremente sus habilidades y destrezas profesionales, conseguir vivienda independiente, aunque tiene acceso gratuito a los decadentes servicios de salud. En cambio, si emigra particularmente a EEUU, podrá conseguir empleo mejor remunerado, practicar libremente sus habilidades y destrezas profesionales, tiene acceso a vivienda independiente y a un plan de salud por el que deberá pagar. Y aunque el trabajo es intenso y extenuante, ninguno quiere regresar. En su país no los espera nada, solo terreno baldío.

La situación descrita del (la) joven profesional cubano(a) difiere de sus pares latinoamericanos en tres aspectos fundamentales. Le es más fácil incorporarse como emigrantes a EEUU, enfrenta particulares restricciones para ejercer su profesión libremente en Cuba y la emigración suele tener un carácter permanente, es decir, sin retorno al país. Así, Cuba generalmente se priva de emigrantes que retornarían con redes de contactos personales y comerciales en el exterior, idiomas, conocimientos de otras culturas y técnicas modernas de cómo desarrollar actividades que suelen son positivos para la economía.

Una parte importante de la sociedad cubana, aproximadamente un 20 %, ha emigrado y se ha asentado en EEUU, lo que facilita y reduce considerablemente las incertidumbres y los riesgos de los nuevos emigrantes, la ley de ajuste cubano le otorga privilegios y facilidades especiales a los inmigrantes cubanos para integrarse a la sociedad estadounidense, y la economía estadounidense está iniciando un proceso de robusta recuperación económica con una baja tasa de desempleo, lo que le permite absorber sin mayores dificultades a los nuevos inmigrantes. Uno de los principales obstáculos existentes a una mayor emigración cubana era obtener autorización para viajar al exterior, lo que se ha reducido con la reforma migratoria de enero de 2013.

 

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El gobierno cubano en su posición inmovilista y cortoplacista ha alentado la emigración para reducir las presiones sociales del descontento y captar remesas que constituyen una importante fuente de ingresos para el régimen. El régimen que pregonó ser del pueblo y para el pueblo no apuesta por la creatividad y la espontaneidad nacional, y el sindicalismo brilla por su ausencia.

Debemos reconstruir nuestro país para frenar ese éxodo, el cual se convierte en daño irreversible para nosotros como nación. Y es tarea de un gobierno democrático crear vías y trazar estrategias para devolver a esos jóvenes y a los que vienen dentro de las futuras generaciones, esa fe que han perdido. Reestructurando nuestra economía y sentando nuevas bases para el progreso del país, creemos que es una forma de comenzar correctamente. Muchos escépticos creen que a Cuba le falta mucho tiempo para volver a ser libre, para reivindicarse como estado. Pero cuando veo propuestas como las que hace Somos+, me siento optimista

Y mi optimismo se basa en la fuerza telúrica de esta isla; en la ternura infinita de la mujer cubana; en el poder de innovación de su gente más sencilla. La herencia de perdurabilidad de la Nación cubana resistirá todos los ciclones de la Historia y a todos los dictadores. Varela es más que una seña. Maceo es más guía que guerrero admirable. Martí no es una metáfora. La suerte llegará.

“Cuando el último cubano errante regrese a su isla. Cuando el último joven nacido en Madrid, en Miami o en Puerto Rico se reconozca en la isla, cuando sanen las heridas y desaparezca el dolor, habrá un pueblo que tendrá cautela de celebrar su nueva dicha y de cuidarse de magos iluminados y de proyectos mesiánicos. Porque, no importa cómo, la suerte llegará: delgada, silenciosa y frágil como una mariposa llena de júbilo, como una señal para este noble pueblo que merece algo mejor”*.

Fuentes Consultadas:

Haz clic para acceder a compendio_estad__stico_sobre_migraciones_celac_ue.pdf

Haz clic para acceder a np917.pdf

Citas:

*Eloy Gutiérrez Menoyo

 

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Gretther Yedra Rodriguez

Nací en un pueblo de una hermosa ciudad el veinticuatro de junio de 1982. Crecí y me formé con unos padres que inculcaron en mí, más que amor por la revolución o por los líderes de esta, un inmenso amor a la Patria y a un Martí desconocido por muchos en nuestra Isla. Licenciada en Español y Literatura,  tuve el orgullo de ser maestra y de formar en mis alumnos valores y principios dignos de un ser humano. Creí, como muchos... y también me decepcioné. Una tarde, con mi niño de la mano y un montón de recuerdos, tristezas, inconformidades, algo de desasosiego y otro poco de incertidumbre, me marché de mi patria. Mientras el avión despegaba los versos de José María Heredia se asieron a mi maleta y desde entonces no me abandonan... No sería martiana, y mucho menos cubana si no luchara de algún modo por una Patria Libre. Tengo una fe inconmensurable en el movimiento Somos +, es por eso que desde mis palabras estaré con ellos.

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One comment on “La juventud cubana y los cantos de sirenas del mar muerto
  1. Un gran trabajo nos espera: crear las condiciones para que la juventud cubana vuelva a llenarse de esperanza e ilusión, para que encuentre las condiciones para no tener que irse, y para que regresen muchos.

    Tú has usado la palabra adecuada: reconstruir.

    Muchas gracias por usar palabras de dos grandes hombres, los cuales, cada uno de manera distinta, han ayudado a conformar mi forma de pensar: Antonio Machado y el comandante Eloy Gutiérrez-Menoyo.

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