Por Carlos Raúl Macías López
En la perturbadora noche de la historia,
Se escucha a intervalos un quejido,
Mezclado con canciones y alegrías,
Las evasiones se tornan en alivio.
Mañanas eclipsadas por la espera,
Noches encandiladas por el ocio,
Voces entumecidas, casi frías,
Esperanzas diluidas en despojos.
Miríadas de seres que se agolpan,
En tropel cual riadas de almas vivientes,
La lástima, el perdón, y hasta un suspiro,
Convocan a existir a contracorriente.
En la Antártida del rincón más frío y crudo,
Se dibuja un sol que irradia vida,
Nunca fue más noble el alba,
Que cuando tinieblas lamían las heridas.
En el empeño utópico de un beso,
La algarabía se impone voluntaria,
La hipocresía se desangra en un gesto,
Que ilustra una verdad contestataria.
Se despierta poco a poco quien hiberna,
En el espacio existencial de lo privado,
La redención se agita, crece y vibra,
Poniendo en fuga demonios victimarios.
Las cadenas que aprisionan con desprecio,
En el lamento eterno de quien gime,
Se quebrarán mucho más que en mil pedazos,
Cuando la aurora resplandezca y nos guíe.
Se ha ido para siempre el gesto amargo,
Enemigo de aquel amor más puro,
Razones que equivalen a renuncias,
Susurro que ensordece en intramuros.
Nunca más el silencio inerte,
Podrá impedir el grito que emancipa,
Conciencias, cual antorchas vivientes,
Se liberan de la mano que esclaviza.
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carlos que lastima que hables asi. preocupate de otras cosas y no influyas en tus creyentes
Esa Katy Sánchez ahora si que se emborracho con sopa.
Recuerda a Romanos XIII
Pastor, político y poeta, con que me sorprenderás mañana Carlitín.