Por: José M. Presol.
Estoy preocupado y es que, a raíz del fin de la política de “pies secos, pies mojados”, he visto un resurgir, aunque siempre los ha habido, de comentarios y apoyos a la idea de la anexión de Cuba a Estados Unidos. Incluso, y eso es aún más preocupante, he visto artículos de firmas importantes hablando del tema y del resultado de un hipotético plebiscito sobre la cuestión. Por haber, hay quien ha interpretado la protesta de Daniel Llorente el pasado 1 de Mayo en la Plaza Cívica de La Habana como un apoyo a la anexión, solo por portar una bandera americana.
Para que las cosas estén claras desde el principio, voy a plagiar a un hermano de ideas muy claras a quien aprecio. Él lo resumió, hace poco, de manera muy gráfica: anexión = traición.
Casi todos los anexionistas comienzan a hablar inmediatamente de Narciso López y la creación de la bandera, pues, por las fechas en que estamos, vamos a hablar claramente de eso.
Lo primero, la famosa leyenda sobre que López ideó la bandera mirando al cielo en Nueva York y viendo las nubes, etc., es una historia para niños. Simplemente se la encargó diseñar a Miguel Teurbe. López ya había imaginado otras “banderas de Cuba”, prácticamente una por cada una de sus intentonas de hacer algo. Valga como ejemplo, la que se conserva en el Museo de Trinidad y que usó en su “pronunciamiento” en la zona. Y la mandó diseñar, no inspirándose en la bandera chilena, como también dicen otros, sino en la de Texas cuyos colores contiene, estado que se encontraba “en incorporación” a USA y para “caer en gracia” a los americanos.
Lo cierto es que no consiguió mucho apoyo, excepto entre aquellos que eran de su misma forma de pensar: los esclavistas del sur. Incluso no es extraño encontrar referencias a él, en los documentos de la época, tratándole no de patriota o de luchador por la libertad, sino de bucanero.
Los cubanos ya teníamos muchas cosas claras por aquellos tiempos, y, así nos encontramos que en su desembarco en Cárdenas, fecha que se conmemora como la primera en que ondeó nuestra bandera en nuestro suelo, solo tuvo la incorporación a sus fuerzas, formadas fundamentalmente por hombres a sueldo, de dos vecinos de la localidad, circunstancia que le obligó, junto con la presión del ejército de la Corona de España, a reembarcarse y repetir el intento, meses después, por Pinar del Río, donde obtuvo un resultado semejante y fue capturado y ejecutado.
Sin embargo, casi simultáneo a ese desembarco pinareño, vemos alzándose en armas, en tierras camagüeyanas, a Joaquín de Agüero. También fue una derrota militar, pero hubo una gran diferencia: tras su ejecución todo el que pudo se retiró al campo y todas las camagüeyanas manifestaron su duelo y lo demostraron cortándose el pelo y se conoció una cuarteta:
Aquella camagüeyana
que no se cortase el pelo,
no es digna que en nuestro suelo
la miremos como hermana.
¿A qué era debido esa diferencia?, muy sencillo: Agüero era independentista, liberal y antiesclavista, él mismo dio libertad a los esclavos que heredó de su familia.
Y aún queda una duda, al menos me queda a mí, ¿con cuál bandera se alzó Agüero, la de López u otra parecida pero no igual? Se conserva una carta del 30 de junio de 1851 escrita por Ana Josefa, su esposa, en la que le dice: “Mi bien, mi soldado, me parece que ninguna ofrenda puedo hacerle más grata ni más oportuna que la bandera de nuestra Patria, así es con placer indecible la proyecté y la trabajé ayer”. Si esa bandera fue “proyectada” no tuvo que ser forzosamente igual a la de López.
Aún queda otra cosa, la bandera que se izó en Cárdenas, que está bajo custodia de la Oficina del Historiador de La Habana y se exhibe en el Palacio de los Gobernadores de nuestra capital, no es exactamente la que conocemos, siendo lo que más destaca una colocación diferente de nuestra estrella, si bien hay que reconocer que la que todos conocemos, así como los colores, fueron oficiales por decreto presidencial de 1909, así que hay que suponer la existencia de diversas versiones anteriores.
Volviendo al tema principal. No pongo en duda que muchos nacidos en Cuba o sus descendientes, en un momento determinado contemplen la posibilidad de una anexión como solución a nuestros problemas; pero esa no es la solución real.
La solución real pasa por la asunción por el Pueblo cubano de las riendas de su futuro, mediante la transformación total de todas las estructuras del Estado actual, instaurando un sistema de plena libertad en todos los sentidos, que nos permita el desarrollo de nuestras capacidades en beneficio de nuestras familias, de nosotros mismos y de la Patria.
Y por si quedase alguna duda en el pensamiento de nuestros auténticos grandes hombres, de los cuales tenemos que aprender constantemente, recordemos que a nuestro Lugarteniente General Antonio Maceo le propusieron pasarse al bando anexionista y que su respuesta fue: “Creo, joven, que esa sería la única forma en que mi espada estaría al lado de los españoles…”
¿Están claras las cosas?
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Jose Manuel Presol
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Yo he vivido en varios paises, Cuba, Alemania, Francia, España y EEUU.
Para vivir la vida y disfrutar para mi el mejor ha sido España. Para hecer dinero, el mejor de largo, es Estados Unidos.
Y el peor de todos es Cuba. Asi que no creo ni en el himno guerrerista «a las armas valientes corré» ni en el escudo ni en la bandera. Es mas, si me apuras un poco, te digo que a veces siento verguenza de ser cubano. Somos unos impresentables y en ocasiones hasta vomitivos.
!!!Anexion YA!!! me da igual si nos anexamos a Haiti, Angola o Paraguay
Siempre el Régimen ha tratado de difundir la idea de que quien no este con la Revolucion, entonces es proyanki, anexionista, vendepatria, etc. El lavado de cerebro comienza desde edades muy tempranas, en las escuelas primarias a lo largo y ancho del pais, y no cesa nunca. No es de extrañarse entonces que los jovenes de hoy en dia no se sientan identificados con nuestros simbolos patrios ni con nuestra historia, ya que lo asocian en el subconsiente con el oprobio que la revolucion nos ha causado. El asco que sienten hacia la revolucion se ha extendido hacia todo aquello que nos identifica como nacion, nada mas alejado de la realidad. Es por eso que el cambio tiene q venir acompañado de una valorizacion del orgullo de ser cubanos.
Muchas gracias por su comentario. Tenga usted en cuenta que el «régimen» es un fenómeno populista, lo que significa que una de sus características es: ante de mi no hay nada, y lo que hay no merece la pena; y otra: soy el dueño de la verdad y mi verdad es la que enseño.
Es muy grande la labor que tendremos que realizar para sacar a las jóvenes generaciones de su falta de conocimiento y errores históricos, pero estoy seguro que volverán a amar a la Patria y a sus símbolos. Cada día hayt más jóvenes que lo hacen, fíjese en el ejemplo de nuestra compañera Carla Pérez, que, con 18 años, les ha hecho frente pacíficametne y no se ha dejado doblegar.