Por: Ezequiel Álvarez
El hundimiento del Maine el 15 de febrero de 1898 marca un momento crucial, no solamente en la historia cubana, también en la historia de EEUU. La expansión hacia el oeste y la anexión de tierras mexicanas, después de la guerra del 1848 las tendencias imperialistas y la política del “Manifest Destiny” donde algunos sectores de la cultura norteamericana pensaban que su destino era llevar la democracia, el capitalismo y la influencia económica por el mundo, empezando por Cuba que estaba convenientemente a unas millas de la costa floridana.
Con la excusa de proteger los intereses estadounidenses en la isla, anclaron un buque de guerra en aguas cubanas, todavía perteneciente al caduco imperio español. Con esta intromisión del nuevo imperio creciente, España hace el ridículo de permitir fuerzas armadas en su territorio, el cual defendían con crueldad en contra de las fuerzas criollas que luchaban por su independencia.
El hecho de que una explosión interna hundiera el buque, pasó por desapercibido. Los españoles fueron inmediatamente y convenientemente acusados de sabotaje. Las excusas de España cayeron sobre oídos sordos y el 25 de abril de 1898 los EEUU declaran la guerra en contra de España. En agosto de ese mismo año en solo unos meses España capitula y los EEUU se encargan de la nación cubana.
Comienza la larga historia de dependencia económica, intervenciones, enmiendas, invasiones y sueños de anexionismo. El famoso ingenio norteamericano, las propiedades de familias adineradas en Cuba y de todo otro tipo de industria, que fue utilizada por la tiranía presente para crear el enemigo ideal que le permitiera utilizar para excusar el militarismo que caracteriza a toda dictadura totalitaria.
Al fin de esta añeja historia, es otra vez es un presidente de los Estados Unidos que se aventura en Cuba para demostrarle lecciones de democracia al sistema y alentar la oposición a luchar por la libertad. Casualidad o costumbre arraigada en la mentalidad cubana que una nación poderosa de ultramar nos ayude.
España, Rusia, EEUU, no importa quien sea, siempre trabajamos al abrigo de un hermano mayor. El día que nos liberemos de esta dependencia histórica, seremos verdaderamente libre.
Lee también:
Ezequiel I. Alvarez
Últimos posts de Ezequiel I. Alvarez (ver todos)
- El Derecho de Asamblea - 2017-03-27
- Apuntes de un libre pensador - 2017-03-03
- La redistribución de riquezas y la economía planificada - 2017-02-01
- Sin patria pero sin amo - 2017-01-26
- La gran farsa marxista-leninista - 2016-11-03
senor Ezequiel, no repita campanazos y piense un poco antes de escribir, si los americanos hubiesen querido anexarse a cuba, nunca mejor oportunidad que el momento en que espana capitulo y entrego la isla, con un ejercito mambi QUE NO ESTABA GANANDO NINGUNA GUERRA, cansado y con recursos muy pobres para enfrentar al gigante del norte, no escriba mas por escribir, piense primero.
El artículo tiene un contenido histórico bastante bueno, aun con un final un poco mañoso.
Piienso que esta mal intensionado este articulo.Yo discrepo en algunas cosas
Buen artículo que reconoce que Cuba nunca ha sido libre, no como uno anterior que hablaba del 20 de mayo como el día de la Independencia, por favor nunca hemos sido libres.