La mentira institucionalizada

Por Germán M. González

Dicha, escrita y firmada en pactos la promesa de restituir la Constitución de 1940, movilizadora en la lucha contra el régimen de Fulgencio Batista, resultó mentira, se mantuvo prisionera 17 años hasta su sustitución por la copia de la soviética de 1936 (la estalinista).

Los proclamados 20 mil mártires llegaron 3 mil en lista publicada en la revista Bohemia, a pesar de incluir muertes en combate, por razones personales, accidentales, etc.

Al 30% de analfabetismo resuelto por la campaña en 1961 lo desmiente el censo de 1953 que además registró más de 230 mil individuos no nacidas en Cuba, la mayoría no escolarizados. Según datos oficiales se alfabetizaron 707 mil personas incluyendo extranjeros de una población de más de siete millones.

J.R. Balaguer en intervención por aniversario del fallecimiento de Carlos Marx tergiversa a José Martí (La Nación, marzo de 1883), quien luego de reconocer en Marx atributos personales descalifica el marxismo como doctrina social.

En la reciente conmemoración de la intervención cubana en la guerra etíope-somalí no mencionaron que eran dos naciones soberanas, gobernadas por dictadores sangrientos y corruptos, ni al jefe de la agrupación de tropas internacionales: Arnaldo Ochoa
Constantemente.

Personeros y medios del partido&gobierno mienten o ignoran informaciones sobre temas vitales y falsean la Historia al omitir o tergiversar hechos.

Con esos antecedentes confiar en los datos ofrecidos por la Comisión Electoral Nacional resulta insensato. Estas “elecciones” constituyen designaciones de personas cuya discrepancia está descartada, siempre votarán lo que se les presente –dos veces por año- y elegirán a quienes los designaron, van ocho legislaturas de voto unánime.

Esto no se alcanzó en el senado romano o la corte de Luis XIV en Francia, los únicos antecedentes en el período estalinista soviético luego de 1937.

Estas “elecciones” siempre entrecomilladas se efectúan bajo presiones, asfixiante propaganda del partido&gobierno, represión, limitación de acceso a observadores nacionales, sin observadores internacionales y en provincias y nacionalmente con la sola participación en el proceso de entidades del régimen.

Aún así en esta ocasión el bajón en la participación obligó a realizar ardides no necesarios en procesos anteriores. Veamos:

Con 8,9 millones de electores registrados (de diez millones en edad de votar) se dio un parte a las 3:00 PM de 4 millones de votantes, a las 5:00 PM siete millones con el 78,6% de participación. Cuarenta y un municipios cerraron a las 7:00 PM ¿?

 El Martes 13, escueta nota, eleva en porcentaje a 82,9% con 7,4 millones de votantes, cuatrocientos mil más.

 En las primeras ocho horas, las de mayor actividad en Cuba y el mundo, votaron 4 millones, medio millón por hora, en las siguientes tres horas, 3,4 millones, más de 1,1 millón por hora, algo inusual.

 El lunes 19 -ocho días después- se anuncia otros salto: 85,65% luego de excluir a 336 mil 215 posibles votantes por votar en otros colegios y fallecimientos lo cual aumentó la cifra de “no registrados” a 1,4 millones de ciudadanos en edad de votar.

Aún así constituye la admisión del menor porcentaje de votación desde que se efectúan estos eventos.

Queda otras interrogantes: el lunes 12 se dijo 8,9 millones de votantes potenciales, el lunes 19 baja a 8,6 millones, entonces ¿Cuándo se conoce esta cifra? ¿Antes o después de la votación? ¿Las listas suben y bajan? ¿Por qué la diferencia entre más de diez millones de personas en edad de votar según el Anuario Estadístico y solo 8,6 millones de votantes enlistados?

Las diferencias entre las “elecciones” en Cuba y otras están dadas, además de no constituir elecciones en el sentido lato del término porque:

• No hay auditorías externas ni observadores internacionales o nacionales en las instancias provinciales y nacionales

• No votan los ciudadanos en el exterior, diplomáticos o funcionarios y trabajadores en misiones del régimen.

• Candidaturas en listas cerradas, no se puede añadir ni quitar a nadie.

• El partido único no postula: designa a los delegados de provincia y diputados nacionales y a las direcciones de las asambleas municipales. Los únicos electos en el exacto sentido de la palabra son los delegados municipales y ahí se reprime a cualquier opositor que pueda ser nominado como candidato.

Comentarios con Facebook

comments

, ,